Ya hemos hablado en artículos anteriores sobre la efectividad de un buen discurso, pero imagina que tienes el plan perfecto y al momento de enfrentar a la audiencia te invade el miedo y te quedas en blanco. En este artículo, discutiremos algunas técnicas efectivas que los oradores pueden utilizar para controlar el nerviosismo antes de un evento importante. No importa si crees que eres demasiado tímido, o que no tienes las habilidades necesarias. Aunque haya gente que no tenga problemas para expresarse en público, hay una gran cantidad de oradores a los que sí les resulta un desafío controlar el pánico escénico.
Un momento de ansiedad puede ser un obstáculo para dar un buen discurso o tener una conversación efectiva. Se trata de una respuesta natural a una situación que consideramos estresante. Sin embargo, existe una gran variedad de métodos que puedes usar para controlar el nerviosismo antes de un evento importante. Si además las incorporas en tu rutina diaria, se transforman en una herramienta superpoderosa que te permitirá gestionar tu estrés y obtener más seguridad y confianza en ti mismo.
Aquí hay cinco de las técnicas para controlar la ansiedad más efectivas antes de dar un discurso o tener una conversación:
Respiración profunda
La respiración profunda es una de las técnicas de relajación para la ansiedad más eficaces a la hora de combatir la inseguridad que aparece antes de dar un discurso. Encuentre un lugar seguro y tranquilo, y practique respiraciones lentas y profundas. Enfoque su atención en la inhalación y exhalación. Con este método puedes evitar los pensamientos ansiosos ya que te centras en el momento presente.
Además, la respiración profunda ayuda a aumentar la oxigenación en el cuerpo, lo que produce un efecto calmante en el sistema nervioso. Incorporar esta práctica en tu rutina diaria y antes de dar una charla te permite entrenar tu mente para que esté más tranquila, y esto te dará mayor confianza.
Visualización positiva:
La visualización positiva es una práctica efectiva para combatir la ansiedad. Consiste en crear una imágen en la mente en la que uno ofrece un discurso en forma exitosa. Imagine el escenario, los aplausos del público, véase a usted expresándose con tranquilidad. Repita esta visualización hasta que se sienta seguro, confiado y en control, lo que lo ayudará a sentirse más calmado y preparado.
La visualización positiva ayuda a activar la parte del cerebro que controla las emociones y nuestra respuesta fisiológica, lo que resulta en una sensación de bienestar y serenidad. Practicar esta estrategia antes de una exposición puede ayudar a reducir el estrés y a mejorar la confianza y la concentración en el momento de hablar en público.
Ejercicios de estiramiento:
Al estirar el cuerpo, se libera la tensión acumulada y se aumenta la circulación de la sangre, lo que mejora el bienestar físico y mental. Algunos ejercicios de estiramiento simples incluyen levantar los brazos hacia arriba, girar la cabeza de lado a lado y caminar en círculos con los hombros hacia atrás.
Incorporar estos ejercicios en la rutina de preparación antes de dar un discurso puede ayudar a reducir la ansiedad y mejorar la confianza en el escenario.
Habla contigo mismo positivamente:
Este enfoque se basa en la idea de que nuestros pensamientos y palabras tienen un impacto real en nuestras emociones y comportamientos. Si creemos algo malo de nosotros, nos predisponemos al fracaso. De la misma manera, si elegimos pensamientos positivos, y los repetimos una y otra vez estamos creando esa realidad.
Mentalmente convéncete a ti mismo que eres capaz de hacer un buen discurso o de tener una conversación efectiva. Algunas frases poderosas son: «Soy capaz de hacer esto», «Mi voz suena segura y confiada», “Sé que voy a hacer un buen trabajo». Enfatiza tus fortalezas y no te concentres en tus debilidades. Repetir estas frases antes de enfrentarnos al público nos va a aportar más seguridad y nos va a preparar para tener éxito.
Preparación adecuada:
La mejor manera de manejar el temor antes de un discurso o una conversación es estar bien preparado. Dedica tiempo a ensayar y a practicar lo que quieres decir. Asegúrate de conocer tu material al detalle y de estar cómodo con él. Esto te aportará una sensación de control, y te será más fácil manejar los nervios y sentirte seguro en el momento de enfrentar a tu audiencia.
Conclusión
En resumen, la ansiedad al hablar en público es común, pero con la preparación adecuada y la aplicación de técnicas efectivas, es posible superarla. Practica ejercicios de respiración a lo largo de tu semana, visualiza varias veces una exposición exitosa y céntrate en pensamientos positivos sobre tu persona y tus capacidades. Antes de cualquier exposición oral, asegúrate de saber qué es lo que quieres comunicar, practica tu discurso, y no olvides realizar ejercicios de estiramiento antes de subir a un escenario o entrar a una reunión para poder liberar la tensión acumulada. Si eres metódico con estas prácticas, descubrirás que puedes alcanzar mayor seguridad en ti mismo, puedes aprender a controlar tu mente, y podrás abordar la situación con un nuevo nivel de confianza y seguridad.
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