Las mejores estrategias para persuadir a tu audiencia

1.    Estructurar tu discurso

Para elaborar un discurso es aconsejable aplicar una estructura universal adaptable a cualquier presentación: se debe empezar con un reclamo, algo anecdótico, llamativo o estimulante.

Luego, se debe explicar brevemente el mensaje que queremos transmitir con todo nuestro discurso y anunciar los elementos que seguirán el hilo argumental, tratando de elegir los tres aspectos esenciales.

Para concluir tu presentación te sugerimos realizar un breve resumen y hacer un llamado a la acción. Este es un punto crucial del discurso y se puede optar por ser directo o indirecto. Por ejemplo, “visite nuestro sitio web” (directo) o recordarle al público qué sucederá si no actúan (indirecto).

Además, procura de algún modo retomar el principio de tu discurso en caso de ser posible.

2.    Reciprocidad

Es fundamental conocer quién es tu público para lograr saber la razón por la cual quieres influir en ellos, cuáles son sus necesidades y qué acciones esperas que lleven a cabo. Esta es la base para identificar qué les resulta atractivo y poder establecer el principio de reciprocidad.

Al sentirse persuadidos por ti, el público se sentirá comprometido y les recomendará a otras personas que escuchen tus ideas.  

3.    Conectar visualmente

Entre los elementos formales para persuadir al público hay uno esencial para tener éxito: la conexión visual. Al mirar a las personas a las cuales te estás dirigiendo obtendrás información: si se aburren, si están emocionados e incluso si están prestando atención.

En este punto es fundamental tener seguridad en uno mismo y atreverse a mirar a la audiencia. Te aconsejamos que al momento de hablar en público hagas miradas rápidas sin detenerte en nadie en particular, de manera que no incomodes a ninguno de los asistentes.

4.    Autoridad

Las personas suelen ser más receptivas a las sugerencias y consejos de expertos en un determinado tema. Por lo tanto, es conveniente que le dediques tiempo a buscar evidencias, testimonios, ejemplos y datos que apoyen los principales argumentos de tu presentación.

5.    Simpatía

Cuando hay afinidad y se comparten intereses y gustos similares es mucho más sencillo influir y persuadir a tu audiencia. Aquí también reside la importancia de tener claramente definido quién es tu público.

Las personas suelen escuchar a aquellos con los que tienen una conexión y se sienten identificadas.

6.    Haz participar al público

Lo ideal es que una conferencia o charla sea participativa: que las personas pregunten, comenten o puedan compartir alguna idea o experiencia. Es complicado hacer que esto suceda, pero no es imposible.

A veces, la mayoría de las personas del público se cohíbe de hacer preguntas porque creen que son demasiado simples y obvias. El orador debe considerar esta situación y llevar a cabo ciertas estrategias de participación: entregar fichas para que la audiencia pueda anotar sus preguntas o hacer él mismo las preguntas y establecer ciertas dinámicas.